Este viernes 13 de Julio, el programa Periplo Colectivo, del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia, llevó a familias de Arroyo Leyes a pasear por puntos icónicos de la ciudad de Santa Fe.
Pasadas las 13 horas, el micro partió desde la explanada de la sede comunal, para compartir el recorrido con vecinos de Santa Rosa del Calchines y San José del Rincón, para arribar a la Costanera Este, minutos después, y cruzar a pie el Puente Colgante. Una hermosa experiencia que propusieron los coordinadores del grupo, a los más de 30 niños que, acompañados por sus familiares, desandaron esos metros sobre la laguna Setúbal, para tomarse luego la ya tradicional foto frente a la gigantografía que indica que estamos en la ciudad de Santa Fe, ya sobre la avenida Siete Jefes de la costanera antigua.
A continuación, el Periplo los depositó en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, en el sur de la ciudad, donde el espacio está llevando adelante, desde Mayo de este año y hasta Mayo de 2019, la muestra «Museo tomado», que se plantea el desafío de exhibir, con el paso de los meses, las más de 2000 obras que tiene el espacio cultural. Allí, luego de unos minutos para recorrer las salas, los guías del museo propusieron a los presentes, hoja y lápiz en mano, que reproduzcan con su propio arte, la obra que más les llame la atención luego de la recorrida. En pocos minutos, la sala del museo se convirtió en un taller donde los niños, caja de lápices a completa disposición de sus gustos, se acomoden en el piso y comiencen a plasmar su creatividad sobre el papel blanco. La actividad culminó con las felicitaciones y los aplausos, para los pequeños artistas que tuvieron un contacto con el arte desde una perspectiva diferente, siendo ellos los protagonistas de la tarde.
La nueva estación del Periplo Colectivo fue, ya entrada la tarde, el espacio conocido como «El Molino Fábrica Cultural», sobre el boulevard Gálvez. Allí, con diferentes propuestas lúdicas los tres contingentes de la costa santafesina se volvieron a reunir, para disfrutar de una obra de títeres que los deleitó con las ocurrencias de los personajes. En otros sectores del antiguo Molino Franchino, Lupotti y Boero, convertido en espacio cultural, las familias jugaron a partir de las alternativas que ofrece el espacio a quienes se acercan. Un lugar donde la edad no importa, y los mayores pueden regresar a la infancia para acompañar a sus hijos, sobrinos o nietos, si deciden acompañarlos.
Alrededor de las 18:30, los micros emprendieron el regreso, siempre con la animación de los coordinadores del micro, que hicieron un balance de la experiencia, junto a los niños (y no tan niños), y les obsequiaron un prendedor para recordar su paso por esta actividad que impulsa el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia, y que en esta oportunidad llegó hasta Arroyo Leyes.